TERROR Y LIBERTAD
¿Está en nuestro poder, en nuestra fuerza, en nuestra competencia, la posibilidad de poner un freno ya, al proyecto capitalista/socialista del actual gobierno? La respuesta es afirmativa, siempre y cuando, la conciencia ciudadana, más allá del formato partidario tome cuerpo y, siente las bases de una verdadera democracia social. Pero, será negativa, mientras el gobierno no salga de la condición de exclusivismo en el que se mueve, dejando fuera a muchos terceros: médicos, profesionales, obreros, en suma a la clase media.
Durante los 12 años de gobierno, el régimen masista ha ejercido, sistemáticamente, el terror en nombre de la libertad; pero, está condición incurable poco a poco está llevando al sistema hacia su debacle; peor aun cuando este ejercicio del terror, se lo realiza en nombre de una satisfacción, satisfacción de un nosotros particular (cocaleros del Chapare, cooperativistas mineros, interculturales y partidos de izquierda). Sin duda, sin querer ser demasiado intolerante, creo, respecto del proyecto masista, me temo que el proceso de cambio, que busca ser legitimado por una narrativa bien orquestada y cuya pragmática no responde a las condiciones del mundo contemporáneo y sus problemas, está sumiendo cada día al país en una suerte de suicidio histórico. El proyecto del gobierno del MAS, simplemente se llama tiranía; pues, la ley que ese nosotros particular dicta, no está dirigida al conjunto de la sociedad, sino que solo busca aplicarse a los terceros, a los de fuera del sistema, a aquellos que no comparten una ideología del terror, por tanto, la ley no tiene otra finalidad que la perpetuación en el poder del régimen; y la pretensión de legitimación ocurre ante los ojos de los ciudadanos que, incluso son tratados como súbditos.
La modalidad del poder que se ejerce desde la tiranía, llámese democrática o en nombre de la libertad, y, desde un grupo muy particular, un sector privilegiado (cocaleros), no puede escapar a la afirmación y su negación. Ya desde la caída del neoliberalismo de Sánchez de Lozada, en la década pasada, el proyecto masista y su relato, nació liquidado, porque la sombra de la muerte acompaña a la vida desde el nacimiento. Y aunque según algunos defensores del mismo, buscan llegar hasta el 2025 incólumes. ¿Qué viene después? ¿Acaso un relato puede sostenerse inalterable hasta el infinito? Quiénes se aferran egoístamente a su satisfacción, no pueden ver la historia o no entienden un ápice el devenir social, o no conocen el dicho ese de que nadie puede bañarse dos vece en el mismo río (Heráclito), porque las aguas cambian o no son las mismas. En el supuesto de que Evo Morales, llegue hasta el primer cuarto de siglo, inmediatamente, surgirá la incertidumbre. Una incertidumbre acerca del contenido de lo que viene a continuación, pues, muerto el caudillo, se acaba la satisfacción del poder para sus seguidores. Esta lectura debe inspirarnos una indagación minuciosa acerca del desfallecimiento del sujeto de la llamada revolución cultural y educativa del socialismo populista, porque los signos de su languidecimiento ya son evidentes.
La interpretación de los signos que develan las intenciones políticas de un gobierno, pueden suscitar controversias, pero, no puede quedar al margen de los procedimientos cognoscitivos, que permitan establecer los males interiores del poder del Estado. Por ejemplo, sostener tozudamente, que todo los indígena-comunitario-campesino es socialista o que todo lo socialista es indígena: Chaparina, Fondo indígena, Barcazas chinas, Nacionalización de los recursos, contradicen tal afirmación. O todo lo democrático es para el pueblo y por el pueblo: Nuevo código penal, Elección de magistrados, Referéndum del 21 de mayo, Repostulación de Evo Morales, refutan por completo la doctrina de gobernar escuchando al pueblo.
Todos los acontecimientos, no son sino, el claro síntoma del desfallecimiento y la liquidación de un proyecto político en vías de extinción, puede ser, tarde o temprano; pues, el humus de la decadencia acompaña a todo relato (narrativa) de emancipación como a su sombra. Así, el masismo, sobre todo hoy, rápidamente, está siendo devorado por esa ya larga sombre que arrastra.
Publicado 24/02/2018 en https://www.noticiasfides.com/opinion/ivan-castro-aruzamen/terror-y-libertad